Ene 30

Beato Manuel Domingo y Sol

30 de enero Siglo XX

En la ciudad de Tortosa, en España, beato Manuel Domingo y Sol, presbítero, que instituyó la Sociedad de Sacerdotes Operarios, para fomentar las vocaciones sacerdotales.

Vida de Beato Manuel Domingo y Sol

Manuel Domingo y Sol nació en Tortosa el día 1 de abril de 1836. Hizo sus estudios sacerdotales en el seminario de Tortosa y en la Universidad Eclesiástica de Valencia.

Ordenado sacerdote el 2 de junio de 1860, ejerció su trabajo pastoral en diversas parroquias de su diócesis y en la enseñanza de la religión en centros juveniles, destacando como un auténtico apóstol de la juventud y promotor de vocaciones apostólicas entre los seglares.

Confesor de algunos monasterios de religiosas, fue también apóstol de las vocaciones de vida consagrada, contribuyendo a la fundación de varios conventos y ayudando a diversas congregaciones.

Buscaba con pasión incansable una dedicación de amplios frutos: así fue como el conocimiento de la vida de algunos seminaristas de su diócesis le abrió el camino para su trabajo más peculiar: "Entre todas las obras de celo -nos dejó dicho- no hay ninguna tan grande y de tanta gloria de Dios como contribuir a dar muchos y buenos sacerdotes a la Iglesia"

Así fundó el Colegio de Vocaciones de San José de Tortosa, siguiéndole otros ocho colegios, que marcan un nuevo rumbo en la formación sacerdotal. Para la renovación espiritual e intelectual del clero, la relación de sus colegios culmina con el Pontificio Colegio Español de San José de Roma. Toda esta labor hizo que los obispos le encomendaran la dirección de dieciocho Seminarios Diocesanos.

Don Manuel rodeado de seminaristas en el actual patio de infantil del Colegio Pío XII

Desde lo más profundo de su alma sacerdotal, un espíritu daba vida a tanta actividad: la reparación a Dios por Jesucristo, plasmada externamente en sus Templos de Reparación, de los que fundó el de Tortosa, donde reposan sus restos, y el de San Felipe de Jesús, en México. Para perpetuar y consolidar estos trabajos pastorales, intuye en la oración la idea de fundar la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos. Quiso que su Hermandad trabajase en el campo de las vocaciones sacerdotales, religiosas y apostólicas, y en la pastoral juvenil.

Cargado de obras buenas y de nuevos proyectos descansó en los brazos del Señor en Tortosa, el 25 de enero de 1909, habiendo dejado terminadas para la Hermandad las obras de 10 colegios de San José para vocaciones, 18 seminarios en España y América, 2 templos de Reparación, y el I Colegio Pontificio de San José en Roma.

CRONOLOGÍA

* 1-abril-1836: Nace en Tortosa
* 2-junio-1860: es ordenado sacerdote
* febrero-1873: se encuentra con el seminarista pobre Ramón Valero
* 1874: comienza el Colegio de S. José en Tortosa
* 1-diciembre-1881: Comienza a publicar la revista juvenil "El congregante de S. Luis" 29-enero-1883: recibe la inspiración de fundar la Hermandad de Sacerdotes Operarios 1-abril-1892: Inaugura el Colegio Español de Roma
* 25-enero-1909: Fallece en Tortosa
* 29-marzo-1987: Es beatificado por Juan Pablo II 

IMPRESIONES

Difícilmente se hallará un hombre más accesible, más amable, más lleno, más sencillo.
Lo que hace que la figura de don Manuel se destaque... es la integridad, la plenitud de sus cualidades.
No es posible, en lo humano, espíritu más sensible, corazón más tierno, trato más dulce que el de don Manuel. Supo juntar... lo más grande y lo más pequeño... ser ejemplar de santa energía y tenacidad, no cejar ante ninguna dificultad, hacer triunfar por la dura constancia el propio criterio y a al par ser ejemplo de dulzura y delicadeza en todo y con todos. Ser hombre de una idea fija, de una idea que le absorbe todo el espíritu y no ser, a pesar de ello, hosco, intransigente y unilateral, sino ser modelo de ductibilidad y de flexibilidad.
Sabía cuándo debía hablar y cuándo callar. No era amigo de burlas, su única graciosidad era la sonrisa. Tenía una carácter atrayente, dulce y pacífico. Jamás se inquietaba ni estaba de malhumor. Decía lo necesario para edificar, bien aconsejar y hacer agradable su virtud. Su temperamento era tranquilo y tolerante, sin que por ello fuero insensible. De carácter atrayente, afectuoso y afable. Era de estatura regular, más bien alto y un poco gordo. De temperamento equilibrado, no nervioso: reflexivo y por nada precipitado.
¿Que cómo era mosén Sol? Un pedazo de cura bueno, ejemplar y piadoso; con una dosis de buen humor impagable. Humor rural, sano, de campesino (José Mª Javierre)
A todos amó, a todos cuidó con entrañas de padre.
Cualquiera que tratase a don Manuel, quería convencerse de que le amaba con preferencia.

(fuente: www.jmarti.ciberia.es)