En Roma, en la vía Labicana, santa Elena, madre del emperador Constantino, que tuvo un interés singular en ayudar a los pobres y acudía a la iglesia piadosamente confundida entre los fieles. Habiendo peregrinado a Jerusalén para descubrir los lugares del Nacimiento de Cristo, de su Pasión y Resurrección, honró el pesebre y la cruz del Señor con basílicas dignas de veneración (c. 329).
Celebran hoy: Ele, Elena, Elenita, Helen, Helena.
Ver másEn Skövde, en Suecia, santa Elena, viuda, a quien se considera mártir por haber sido injustamente asesinada (c. 1160).
En Bolonia, en la región de la Emilia, en Italia, beata Elena Duglioli Dall’Olio, que después de un matrimonio llevado en admirable concordia con su cónyuge, al enviudar vivió una vida ejemplar.
En Padua, en la región de Venecia, beata Elena Enselmini, virgen de la Orden de las Clarisas, que sufrió con admirable paciencia multitud de dolores y hasta la pérdida del habla.
Beata Elena Guerra, virgen, que instituyó la Congregación de las Oblatas del Espíritu Santo, para la enseñanza de las niñas, y dio sabios avisos a los cristianos acerca de la cooperación del Espíritu Santo en la economía de la salvación.
En Udine, en la región de Venecia, beata Elena Valentini, viuda, que, para servir únicamente a Dios, abrazó la orden seglar de san Agustín, distinguiéndose por la oración, la lectura del Evangelio y las obras de misericordia.
En la población de Steyl, en los Países Bajos, beata María Elena Stollenwek, virgen, que colaboró con el beato Arnoldo Janssen en la fundación de la Congregación de las Misioneras Siervas del Espíritu Santo y, habiendo abandonado la función de superiora, se entregó a la adoración.
En el lugar llamado El Saler, también en la región valenciana, beatas Elvira de la Natividad de Nuestra Señora Torrentallé Paraire y sus compañeras, vírgenes del Instituto de las Hermanas Carmelitas de la Caridad y mártires, que en la prueba de la fe por Cristo, su Esposo, obtuvieron el fruto eterno (1936). Sus nombres: María de Nuestra Señora de la Providencia Calaf Miracle, Francisca de Santa Teresa de Amezúa Ibaibarriaga, María de los Abandonados del Santísimo Sacramento Giner Líster, Teresa de la Madre del Divino Pastor Chambó Palés, Águeda de Nuestra Señora de las Virtudes Hernández Amorós, María de los Dolores de San Francisco Javier Vidal Cervera, María de las Nieves de la Santísima Trinidad Crespo López y Rosa de Nuestra Señora del Buen Consejo Pedret Rull.
En Roma, beata María Elisabet Hesselbald, virgen, la cual, oriunda de Suecia, después de varios años de trabajar en un hospital restauró la Orden de Santa Brígida, notable por su solicitud hacia la contemplación, la caridad para con los necesitados y la unidad de los cristianos.