Solemnidad de la Anunciación (Anunciata, Encarnación, Encarna) del Señor, cuando, en la ciudad de Nazaret, el ángel del Señor anunció a María: Concebirás y darás a luz un hijo, y se llamará Hijo del Altísimo. María contestó: He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra. Y así, llegada la plenitud de los tiempos, el que era antes de los siglos el Unigénito Hijo de Dios, por nosotros los hombres y por nuestra salvación, se encarnó por obra del Espíritu Santo de María, la Virgen, y se hizo hombre.
Ver másHoy son los cristianos que nos han precedido con el signo de la fe los que motivan nuestros rezos. Cuando una persona muere, quizá haya quedado un rastro de pecado ya no es capaz de hacer nada para ganar el cielo; sin embargo, los vivos sí podemos ofrecer nuestras obras para que el difunto alcance la salvación. Con las buenas obras y la oración se puede ayudar a los seres queridos a conseguir el perdón y la purificación de sus pecados para poder participar de la gloria de Dios. Debido a las numerosas actividades de la vida diaria, las personas muchas veces no tienen tiempo ni de atender a los que viven con ellos, y es muy fácil que se olviden de lo provechoso que puede ser la oración por los fieles difuntos. Debido a esto, la Iglesia ha querido instituir un día, el 2 de noviembre, que se dedique especialmente a la oración por aquellas almas que han dejado la tierra y aún no llegan al cielo.
Celebran hoy: Difuntos.
Ver másEn Ollería, en Valencia, beata Encarnación Gil Valls, virgen y mártir, que, portando la lámpara encendida, caminó vencedora hacia Cristo Esposo.
(María Francisca Espejo y Martos) Mártir de la persecución religiosa en España entre 1934 y 1937. Beatificado junto con otros 497 mártires el 28 de octubre de 2007 en Roma.
En Pontoise, cerca de París, beata María de la Encarnación (Bárbara) Avrillot, la cual, madre de familia ejemplar y mujer sumamente devota, introdujo el Carmelo en Francia, fundando cinco monasterios, y, muerto su esposo, abrazó la vida religiosa.
En Québec, en Canadá, beata María de la Encarnación (María Guyart Martin en el mundo), la cual, siendo madre de familia, después de la muerte de su esposo confió a su hijo, aún pequeño, a los cuidados de su hermana e, ingresando en las Ursulinas, estableció la primera casa de este Instituto en Canadá, distinguiéndose por su actividad.
En Tulcan, ciudad de Ecuador, beata María de la Encarnación (María Vicenta) Rosal, virgen, que fundó las Hermanas de Belén, con el fin principal de reivindicar la dignidad de la mujer y formar cristianamente a las niñas.
Mártir de la persecución religiosa en España entre 1934 y 1937. Beatificado junto con otros 497 mártires el 28 de octubre de 2007 en Roma.
En Perugia, ciudad de Italia, beata Francisca de Sales (Leonia) Aviat, virgen, que se dedicó con amor materno y sagacidad a la educación de las jóvenes y fundó las Oblatas de San Francisco de Sales.
En Barcelona, en España, beata María de la Merced Prat, de la Sociedad de Santa Teresa de Jesús, virgen y mártir, que durante la misma contienda fue condenada a muerte por ser religiosa.