Ago 25

San Luis IX de Francia

25 de agosto Siglo XIII

San Luis IX, rey de Francia, que, tanto en tiempo de paz como durante la guerra para defensa de los cristianos, se distinguió por su fe activa, su justicia en el gobierno, el amor a los pobres y la paciencia en las situaciones adversas. Tuvo once hijos en su matrimonio, a los que educó de una manera inmejorable y piadosa, y gastó sus bienes, fuerzas y su misma vida en la adoración de la Cruz, la Corona y el sepulcro del Señor, hasta que, contagiado de peste, murió en el campamento de Túnez, en la costa de África del Norte.

Vida de San Luis IX de Francia

Luis nace el 25 de Abril de 1214, en Poissy, cerca de Paris. Era el culmen de la época medieval. Entre sus contemporáneos están Santo Tomás y San Buenaventura.

Sus padres son el rey Luis VIII y Blanca de Castilla. El pequeño Luis, con solo 12 años, fue proclamado como Luis IX en 1227 al morir su padre. En 1235 se casó Margarita de Provenza y con ella tuvo 11 hijos. Fue un esposo y padre ejemplar.

San Luis se distinguió por espíritu de penitencia y oración. No se dejó engreír por su poder. Se preocupó por la paz entre las naciones, fue un rey energético que supo defender a la Iglesia y buscar la justicia. Era considerado, especialmente con los pobres. Perteneció a la Orden Tercera Franciscana. Fundó muchos monasterios y construyó la famosa Saint-Chapelle en Paris, cerca de la catedral, para albergar una gran colección de reliquias.

Supo guiar a sus ejércitos para defender a Francia. Venció al Rey Enrique III de Inglaterra en Tailebourg en 1242. Dirigió dos cruzadas con el propósito de arrestar la invasión de los musulmanes y liberar el sepulcro de Cristo. En la primera cayó prisionero en Egipto y durante la segunda murió de disentería cerca de Cartagena (norte de Africa) en 1270. Tenía 55 años, de estos reinó por 44.

Oración a San Luis IX de Francia

Oh Dios, que has trasladado a San Luis de Francia de los afanes del gobierno temporal al reino de tu gloria, concédenos, por su intercesión, buscar ante todo tu reino en medio de nuestras ocupaciones temporales. Por nuestro Señor Jesucristo.