En Utrecht, ciudad de Güeldres, en Austrasia, san Federico, obispo, que, ilustre por sus conocimientos sobre las Sagradas Escrituras, se dedicó incansablemente a la evangelización de los frisones.
Celebran hoy: Fede, Federico, Freddy, Frederic, Frederick.
Ver másNació en 1474 en Italia y fundó la primera comunidad religiosa femenina para educar a niñas. Quedó huérfana cuando aún era muy niña, se hizo Terciaria Franciscana y fundó la Comunidad de Hermanas Ursulinas en 1535, que se extendió por muchas partes. Fue considerada una gran líder de mujeres y la canonizaron en 1807.
Ver másEn Verdún, de Austrasia, san Agerico, obispo, que edificó iglesias y bautisterios, y, habiendo convertido su iglesia en asilo de prófugos, tuvo que padecer mucho por parte del rey Teodorico.
En el monasterio de Cister, en Borgoña (hoy Francia), san Alberico, abad, que, siendo monje en Molesmes, fue uno de los primeros religiosos que fundaron el nuevo monasterio y, habiendo sido elegido abad, dirigió el cenobio sobresaliendo por su celo en procurar la formación de sus monjes, como verdadero amante de la Regla y de los hermanos.
En la ciudad de Cenomanum (hoy Le Mans), en el reino de los francos (hoy Francia), san Alderico, obispo, que se esforzó en promover el culto a Dios y a los santos.
En Cenomano (hoy Le Mans), en la Galia, san Cenérico, diácono y monje, quien, después de visitar los sepulcros de san Martín de Tours y de san Julián de Le Mans, pasó el resto de su vida en la soledad y en la austeridad (s. VII).
Junto a Alba Real (Székesfehérvár), en Panonia (hoy Hungría), san Emerico o Enrique, hijo de san Esteban de Hungría, rey de los húngaros, sorprendido por una muerte imprevista.
En Upsala, en Suecia, san Erico IX, rey y mártir, quien durante su reinado gobernó sabiamente al pueblo, veló por los derechos de las mujeres y envió a Finlandia al obispo san Enrique para que propagase la fe de Cristo, pero, finalmente, cayó en un ataque bajo las espadas de sus enemigos daneses mientras asistía a la celebración de la Misa.
Misionero Franciscano, investigador e historiador, que murió en 1916 en Canadá.
En la región de Mirepoix, cerca de los Pirineos, en la Galia, san Gauderico, agricultor, célebre por su devoción a la Madre de Dios (c. 900).
En Cambrai, en Austrasia, san Gaugerico, obispo, célebre por su piedad y caridad para con los pobres. Fue ordenado diácono por Magnerico de Tréveris y, elegido para la sede episcopal de Cambrai, ejerció el episcopado durante treinta y nueve años (c. 625).
En Metz, de Austrasia (hoy Francia), san Goerico o Abbón, obispo, sucesor de san Arnulfo, a quien trasladó con veneración a esta ciudad (c. 642).
En París, de Neustria, san Landerico, obispo, de quien se cuenta que, en tiempo de hambre, para atender a los pobres enajenó los ornamentos de la iglesia, y que edificó un hospital junto a la iglesia catedral.
En Tréveris, ciudad de Renania, en Austrasia, san Magnerico, obispo, discípulo de san Niceto, a quien acompañó fielmente cuando éste fue desterrado y al que emuló, al sucederle en el episcopado, en el celo por la salvación de los almas (c. 596).
En París, en Neustria, san Mederico, presbítero y abad de Autun, que vivió en un paraje retirado, cerca de la ciudad (c. 700).
En Aosta, en los Alpes Graios, beato Emerico de Quart, obispo, admirable por su austeridad de vida y por su celo en la salvación de las almas.
En Lanzo, provincia de Turín, en Italia, beato Federico Albert, presbítero, que, siendo párroco, fundó la Congregación de Hermanas de San Vicente de Paúl de la Inmaculada Concepción, destinada a la redención de las gentes caídas en la miseria.
En Marsella, en Francia, tránsito del beato Federico Ozanam, que, hombre esclarecido en erudición y piedad, defendió y propugnó con su eminente doctrina las verdades de la fe, prestó asidua caridad a los pobres en la Sociedad del San Vicente de Paúl y, como excelente padre de familia, hizo de su hogar una iglesia doméstica.
En Montreal, en la provincia de Quebec, en Canadá, beato Federico Janssoone, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, que, para el fomento de la fe, promovió las peregrinaciones a Tierra Santa.
Mártir de la persecución religiosa en España entre 1934 y 1937. Beatificado junto con otros 497 mártires el 28 de octubre de 2007 en Roma.
En Ratisbona, de Baviera, en Alemania, beato Federico, religioso de la Orden de Ermitaños de San Agustín, que, siendo hábil carpintero, sobresalió por el fervor en la oración, por la obediencia y por la caridad.
En Frisia, beato Federico, presbítero, que siendo párroco en la ciudad de Hallum, llegó a ser después abad del monasterio de Mariengaarde, de la Orden Premostratense.
Mártir de la persecución religiosa en España entre 1934 y 1937. Beatificado junto con otros 497 mártires el 28 de octubre de 2007 en Roma.
(Nicolás Pereda Revuelta) Mártir de la persecución religiosa en España entre 1934 y 1937. Beatificado junto con otros 497 mártires el 28 de octubre de 2007 en Roma.