San Juan Leonardi
- Nombre
- Juan (Masculino)
- Celebran
-
Los Juan suelen celebrar el 24-jun:
San Juan Bautista (Natividad) - Otros santos
- Otros santos con nombre Juan
- San Juan Almond
- San Juan Bautista (Martirio)
- San Juan Bautista (Natividad)
- San Juan Bautista de la Concepción García
- San Juan Bautista de la Salle
- San Juan Bautista de Rossi
- San Juan Bautista Nam Chong-sam
- San Juan Bautista Zhou Wurui
- San Juan Berchmans
- San Juan Bosco
- San Juan Boste
- San Juan Bueno
- San Juan bueno obispo
- San Juan Calabria
- San Juan Calibita
- San Juan Carlos Cornay
- San Juan Casiano
- San Juan Clímaco
- San Juan Crisóstomo
- San Juan Damasceno
- San Juan Dat
- San Juan de Afusia
- San Juan de Ávila
- San Juan de Beverley
- San Juan de Brébeuf y compañeros
- San Juan de Brébeuf y compañeros mártires
- San Juan de Bridlington
- San Juan de Brito
- San Juan de Capistrano
- San Juan de Chinon
- San Juan de Cuenca
- San Juan de Dios
- San Juan de Dukla
- San Juan de Kety
- San Juan de la Cruz
- San Juan de Licópolis
- San Juan de Lodi
- San Juan de Mata
- San Juan de Matera
- San Juan de Montemarano
- San Juan de Nápoles
- San Juan de Ortega
- San Juan de Parma
- San Juan de Parrano
- San Juan de Pavía
- San Juan de Réome
- San Juan de Ribera
- San Juan de Sahagún
- San Juan de Siracusa
- San Juan de Traú
- San Juan de Triora Lantrua
- San Juan de Valence
- San Juan del Castillo
- San Juan Diego
- San Juan el Limosnero
- San Juan el Silencioso
- San Juan eremita de Licópolis
- San Juan Eudes
- San Juan evangelista y apóstol
- San Juan Fisher
- San Juan Gabriel Perboyre
- San Juan Grande
- San Juan Gualberto
- San Juan I papa
- San Juan Isauro
- San Juan Jones
- San Juan Kemble
- San Juan Luis Bonnard
- San Juan Macías
- San Juan María el Muzeo
- San Juan María Vianney, Cura de Ars
- San Juan mártir
- San Juan Nepomuceno Neumann
- San Juan Ogilvie
- San Juan Payne
- San Juan Plessington
- San Juan Rigby
- San Juan Roberts
- San Juan Sarkander
- San Juan Segador
- San Juan Silenciero
- San Juan Sordi
- San Juan Southworth
- San Juan Stone
- San Juan Taumaturgo
- San Juan Thwing de Bridlington
- San Juan Wall
- San Juan Wang Guixin
- San Juan Wu Wenyin
- San Juan Xenos
- San Juan XXIII papa
- San Juan Yi Yun-il
- San Juan, obispo de Saint-Malo
- Beato Juan Agramunt
- Beato Juan Ángel Porro
- Beato Juan Antonio Burró Más
- Beato Juan Antonio Farina
- Beato Juan Baldajos Pérez
- Beato Juan Bautista de Bruselas
- Beato Juan Bautista de Fabriano Righi
- Beato Juan Bautista Egozcuezábal Aldaz
- Beato Juan Bautista Javier Loir
- Beato Juan Bautista Laborier du Vivier
- Beato Juan Bautista Machado
- Beato Juan Bautista Mazzucconi
- Beato Juan Bautista Ménestrel
- Beato Juan Bautista Scalabrini
- Beato Juan Bautista Vernoy de Montjournal
- Beato Juan Beche
- Beato Juan Benincasa
- Beato Juan Bernardo Scubilión
- Beato Juan Beyzym
- Beato Juan Bodey
- Beato Juan Bono de Mantua
- Beato Juan Bourdon
- Beato Juan Bretton
- Beato Juan Bueno de Siponto
- Beato Juan Bufalari
- Beato Juan Cin de Paz
- Beato Juan Codera Marqués
- Beato Juan Colombini
- Beato Juan Crespo Calleja
- Beato Juan Crisóstomo
- Beato Juan Davy
- Beato Juan de Fermo
- Beato Juan de Fiésole Angélico
- Beato Juan de Jesús María
- Beato Juan de la Virgen del Castellar
- Beato Juan de Licio
- Beato Juan de Mata
- Beato Juan de Mata Díez
- Beato Juan de Montmirail
- Beato Juan de Parma Buralli
- Beato Juan de Pina
- Beato Juan de Prado
- Beato Juan de Salerno
- Beato Juan de Santa Marta
- Beato Juan de Thérouanne
- Beato Juan de Tossignano Tavelli
- Beato Juan de Tufaria
- Beato Juan de Vercelli
- Beato Juan de Vespignano
- Beato Juan del Báculo
- Beato Juan Dominici
- Beato Juan Duarte Martín
- Beato Juan Duns Escoto
- Beato Juan Forest
- Beato Juan Francisco Jarriges
- Beato Juan Gonga Martínez
- Beato Juan Hambley
- Beato Juan Herrero Arroyo
- Beato Juan Hispano
- Beato Juan Hunot
- Beato Juan Ingram
- Beato Juan Jesús (Mariano) Adradas Gonzalo y compañeros
- Beato Juan José Juge de Saint-Martin
- Beato Juan Juvenal Ancina
- Beato Juan Kearney
- Beato Juan Larragueta Garay
- Beato Juan Lego
- Beato Juan Luis Hernández Medina
- Beato Juan María Boccardo
- Beato Juan Marinoni
- Beato Juan Martín Moyë
- Beato Juan Martorell Soria
- Beato Juan Mason
- Beato Juan Mendibelzúa Ocerin
- Beato Juan Miguel Langevin
- Beato Juan Monedero Fernández
- Beato Juan Mopinot
- Beato Juan Nelson
- Beato Juan Nepomuceno Chrzan
- Beato Juan Nicolás Cordier
- Beato Juan Pelingotto
- Beato Juan Pérez Rodríguez
- Beato Juan Piamarta
- Beato Juan Pibush
- Beato Juan Robinson
- Beato Juan Ruysbroeck
- Beato Juan Sánchez Sánchez
- Beato Juan Saziari
- Beato Juan Slade
- Beato Juan Soreth
- Beato Juan Speed
- Beato Juan Storey
- Beato Juan Ventura Solsona
- Nació
- en Diécimo, en el actual Italia
- Falleció
- 9 de octubre de 1609 en Roma, en el actual Italia
- Proceso
- Celebración
- 9 de octubre
- Religioso
- de la Orden Católica Romana de Canónigos Regulares de Premontre
Vida de San Juan Leonardi
San Juan Leonardo o Leonardi pertenece, por la cronología y por su obra, al período de la reforma Católica. Nace en el año 1541 en Diécimo, pueblo cercano a Lucca, la pequeña república llamada en otro tiempo "religiosísima", y agitada ahora por la crisis protestante.
A la edad de doce años, sus padres, modestos industriales, le enviaron a casa del párroco de Villa Basílica, donde adquirió una cultura elemental e inició su formación religiosa. Habría sido tal vez ésta la ocasión para elegir el estado eclesiástico, pero el padre de Leonardo cambió por ahora el rumbo de su vida, mandándole a Lucca a estudiar farmacia. La profesión de "farmacéutico" o "droguero" en aquellos tiempos bordeaba los limites de la medicina y de la alquimia, de la magia y de la filosofía. En este ambiente moldeó Leonardo su recia personalidad de cristiano seglar militante, cuya característica no fue la de hechos asombrosos, aureolados de milagrosos "golpes de gracia", sino la de una progresiva ascensión hacia el ideal de santidad. Intensifica la frecuencia de sacramentos y la práctica de la mortificación, realiza el apostolado en el ambiente en que vive y se adhiere al grupo de piadosos seglares llamados "colombinos" para asegurar su perseverancia, madurando así su capacidad de entrega a una intensa vida sacerdotal que había de ser su decidida vocación.
Efectivamente, después de la muerte de su padre, a pesar de que la madre le instaba para que se instalase en Diécimo como farmacéutico, inicia sus estudios eclesiásticos. Tiene ahora veintiséis años. Aprobado el latín en las escuelas públicas de Pisa, aprende lógica y teología con el Padre dominico Paolino Bernardini, que por prescripción médica residía en una casa de Cam po perteneciente a la Orden.
El contacto directo con el maestro dominico produjo en Juan Leonardo cierta preocupación científica, que manifestó luego en los ensayos, inéditos, que escribió sobre diversos tratados teológicos. La perfección que podría faltar en su elemental plan de estudios era suplida por la madurez humana y espiritual que Leonardo había adquirido en sus treinta y dos años de vida seglar. Fue ordenado sacerdote en Pisa, el año 1572.
Instalado en Lucca como capellán de la iglesia de San Giovanni della Magione, Juan Leonardo comienza su apostolado y su obra de proselitismo, que había de cristalizar en la fundación de los Clérigos Regulares de la Madre de Dios. Característica relevante del apostolado de Juan Leonardo es la enseñanza del catecismo, que revela el espíritu eminentemente parroquial que había de diferenciar a su Institución. Juan Leonardo es "sacerdote de parroquia", atento siempre a preocuparse de las necesidades concretas e inmediatas de los fieles.
Habiendo conocido el obispo de Lucca su actividad catequística, le encargó de realizarla en otras iglesias y parroquias de Luc ca. Para sistematizar esta actividad San Juan Leonardo escribió un Manual de doctrina cristiana, que estuvo durante mucho tiem po en uso en algunas regiones de Italia. Queriendo asegurar la continuidad de este movimiento renovador de la enseñanza del catecismo, formó la Compañía de la Doctrina Cristiana, integrada por elementos seglares y que muy pronto había de extenderse a Siena, Pistoya, Nápoles y Roma. Los pontífices Gregorio XIII, Clemente VIII y Paulo V concedieron a esta Compañía especiales privilegios.
La personalidad de este sacerdote de vocación tardía comenzaba a destacarse en la Iglesia briosamente, paralela a la de los coetáneos San José de Calasanz y San Felipe Neri, a quienes estará muy unido en el andar de su vida de fundador y de apóstol.
A los dos años de actividad sacerdotal Juan Leonardo había formado un grupo de colaboradores parroquiales íntimos, a los que fue preparando para el sacerdocio y con los que inicia su fundación el año 1574.
En realidad, sus proyectos de fundador no eran ambiciosos en cuanto a la organización. La pequeña comunidad de sacerdotes surgía limitada al ámbito de la parroquia. El ideal de Juan Leonardo era hacer de sus colaboradores santos sacerdotes dedicados al ministerio parroquial.
La nueva Congregación encontró una férrea oposición por parte de las autoridades civiles de Lucca. La pequeña república, celosa de su independencia, seguía con recelo la actividad del Santo, a quien comenzó a considerar aliado de potencias extran jeras y posible colaborador de la Inquisición. Sin ninguna responsabilidad personal, Juan Leonardo fue tratado durante toda la vida como un enemigo irreconciliable de su patria.
Tal enemistad ocasionó a los noveles religiosos una precaria situación económica, hasta tal punto que el mismo fundador se vio obligado a pedir limosna.
Estas dificultades, sin embargo, no desalentaron a Juan Leonardo en sus tareas apostólicas. Intensificó en su iglesia el culto al Santísimo Sacramento con la función de las Cuarenta Horas y organizó continuamente ejercicios de reparación y penitencia. Los fieles recorrían de noche procesionalmente las calles de Lucca, visitando las iglesias principales, entonando himnos penitenciales, disciplinándose y gritando: "¡Perdón, Señor, misericordia!" El devoto espectáculo ocasionó ruidosas conversiones, no siempre coronadas con una fiel perseverancia, y que proporcionaron al celoso predicador algún fracaso apostólico
Tal fue el de la Compañía de la Paz, agrupación formada con cincuenta bandidos convertidos en masa, que a los pocos meses de existencia el Santo debió disolver, porque algunos de los conversos habían vuelto a las andadas; los que perseveraron ingresaron en los capuchinos.
Más afortunado fue con la fundación de las Monjas de los Ángeles, religiosas dedicadas a las muchachas pobres, de las cuales, no obstante, Juan Leonardo se desentendió muy pronto, por que era radicalmente opuesto a los apostolados femeninos, aun los de clausura.
A la sazón el Santo andaba preocupado con el traslado de su comunidad de clérigos a la nueva casa de Santa María Contelandini, en Lucca. Lo cual no se llevó a cabo sin graves disturbios, ocasionados por los fieles de esta parroquia, que llegaron a decir al obispo en señal de protesta: " Monseñor, ¿ qué hacéis? ¿ Habéis alejado de vos aquellos diablos y nos los habéis metido en medio de nosotros?" A pesar de todo San Juan Leonardo tomó posesión de la nueva sede. Era el año 1580. Al año siguiente la Congregación recibía la aprobación oficial del obispo de Lucca, llamándose Clérigos Regulares de la Madre de Dios.
Con razón Juan Leonardo había ya ganado también la con fianza de la Santa Sede y fue nombrado varias veces por Clemente VIII comisario apostólico con la misión de reformar algunas de las Ordenes monásticas decadentes. El Santo realizó siempre con gran celo y notable éxito esta tarea de reformador, pero la impronta de su personalidad está más grabada en aquéllas catequesis y aquélla actividad pastoral de Juan Leonardo en las iglesias de Lucca.
Con no menor intensidad se dedica ahora el Santo a solidificar su fundación. Aunque no era ideal del fundador multiplicar las nuevas casas, quiso, sin embargo, fundar una en Roma. Lo consiguió gracias al apoyo de algunos cardenales, principalmente el cardenal Baronio, que le estimó y protegió siempre con especial predilección. La nueva comunidad se instaló definitivamente, el año 1662, en Santa María in Campitelli, que aún hoy día es la Casa Generalicia de la Congregación. Durante su estancia en Roma, Juan Leonardo realizó una de las más importantes actividades de su vida: la colaboración con el cardenal español Juan Bautista Vives en la organización del Colegio de Propaganda Fide. Durante los últimos siete años de su vida el Santo se dedicó con ardor a la naciente Institución misionera, cuyo ideal él había acariciado desde hacía tiempo. Este mérito fue premiado por León XIII, que por especial privilegio le inscribió, siendo aún Beato, en el Martirologio Romano, poniendo de relieve la obra misional realizada por San Juan Leonardo.
Antes de morir Juan Leonardo tuvo la alegría de ver aprobadas en 1603 por Clemente VIII las constituciones de la nueva Congregación de Clérigos Regulares. No pudo llegar a verla florecer y brillar. Pero guardó en su corazón la alegría de una vida entregada al servicio de la Iglesia. Murió entre los suyos, en Lucca, el año 1609. Beatificado por Pío IX en 1861, fue canonizado por Pío XI en 1938. Sus restos se veneran en Santa María in Campitelli, de Roma.
San Juan Leonardo encarnó el ideal de un santo sacerdote, que no deslumbra por la magnitud de sus empresas, sino por el perseverante ejercicio de la caridad pastoral.
(Fuente: Misa Tridentina | Autor: Manuel Useros Carretero)